10 motivos por los cuales es MUY ARRIESGADO practicar el Método DeRose
Por Leandro Sosi
- Puede ser que dejes de reclamar a la vida. Si pretendés llegar a ser un anciano amargado y cascarrabias, acostumbrado a reclamar hasta por quien reclama demás, es mejor que te mantengas lejos de este método.
- Vas a contar los minutos que faltan para el horario de tu práctica, ya que no verás la hora de reunirte con personas divertidas, inteligentes y bonitas.
- Puede ser que comiences a sentir un inmenso placer en cocinar o alimentarte de cosas que jamás pensaste que pudieran ser tan sabrosas y, para tu sorpresa, ¡saludables! Mucho cuidado con eso.
- Probablemente comenzarás a sentir más disposición en tu vida diaria: te sentirás más fuerte y más flexible, dormirás mejor, absorberás información de manera más eficiente, respirarás mejor y disiparás menos energía.
- Tal vez comiences a controlar más tus emociones: cuando tu jefe te dé un reto homérico frente a todo el mundo, tal vez logres responder de una manera que hasta lo haga reír. Los días de estrés profundo pueden estar contados…
- Puede ser que tu nivel cultural aumente sustancialmente. Podrás sentir extrañas necesidades de ir más al cine, al teatro, a shows, conciertos, bares, cafés, viajar mucho más… Mucho cuidado con este cúmulo de estímulos, puede ser muy peligroso para tu vida social y para tu autoconocimiento. (¿A quién le gustaría conocerse mejor y aprender a tomar decisiones más interesantes en la vida..?)
- Tal vez te tornes una persona más civilizada, más educada… tal vez nunca más provoques una discusión en el tránsito o trates con grosería a un vendedor que está pasando por un día difícil. (Si estás pensando en no ser ese tipo de persona, olvidate.)
- Tu poder de concentración puede mejorar. (¿Para qué, si podés ser mucho menos eficiente en tu trabajo o en tu casa?)
- Tus relaciones afectivas y familiares pueden llegar a ser mucho menos complicadas. (¿Y eso, para qué? ¿No son mucho mejores los desentendimientos y las groserías?)
- Finalmente, tu vida puede cambiar. Si te tornás una persona más dispuesta e inteligente, fuerte, flexible, experimentada, educada, civilizada, que viaja y que tiene buenas relaciones… ¿cómo vas a conseguir motivos para reclamarle a la vida?
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